Publicado el 18 de febrero del 2020
La epidemia de coronavirus se ha extendido rápidamente por casi todas las provincias de China, y sin duda tendrá un impacto negativo en su economía, especialmente en la industria de servicios y en las pequeñas y microempresas. Aunque probablemente pronto se controlará, en el corto plazo ralentizará el crecimiento económico chino, pero no tendrá impacto a largo plazo.
Debido a las restricciones en el libre tránsito de personas, muchos trabajadores aún no pueden volver a trabajar o se han visto obligados a trabajar desde sus casas, interrumpiendo así la producción de muchos bienes o al menos limitándola. En algunas industrias, la oferta y la demanda pueden disminuir al mismo tiempo y, en el caso en que la oferta sea relativamente baja, los precios podrían a subir.
Además, el coronavirus puede exacerbar los desequilibrios en el desarrollo regional dentro de China. Wuhan, la más próspera de la región interior, es la ciudad central del Cinturón Económico del Río Yangtze, y se está convirtiendo en un centro de innovación y emprendimiento con influencia global. Por supuesto la epidemia tendrá en lo inmediato efectos adversos en su desarrollo y el de toda la región central del país.
En 2003, bajo la influencia del SARS, el PIB de China aumentó un 10,04%. El país implementó una serie de mejoras en equipos de laboratorios y procedimientos de salud. Además, con el apoyo de la tecnología digital, la capacidad de prevención y control han mejorado mucho en estos 17 años. Hoy China ha adoptado diversas medidas para controlar la propagación del coronavirus, como la construcción de hospitales en pocos días, investigación y desarrollo de vacunas y medicamentos específicos contra el virus, cierre de aquellas ciudades más afectadas, cuarentena en personas infectadas y en riesgo, etc. El crecimiento económico del primer trimestre de 2020 inevitablemente se verá afectado negativamente, pero se espera que las condiciones mejoren en la segunda mitad del año.
Al mismo tiempo, China está aprovechando las oportunidades ante el desastre. En primer lugar, la epidemia ha promovido el reemplazo acelerado de las actividades laborales al formato “online”, lo que no sólo se refleja en el campo del comercio electrónico, sino también en el campo de la producción. En segundo lugar, el control y la gestión de la epidemia han mejorado ampliamente la eficiencia del sistema de gobernanza social chino. El desarrollo de las ciudades inteligentes entrará en una nueva etapa. La gestión del gobierno, el transporte, la logística, la atención médica y otros campos se moverán hacia tendencias digitales e inteligentes.
Finalmente, el impacto del coronavirus en la economía mundial se refleja principalmente en la reducción del consumo a corto plazo, por lo que las importaciones chinas disminuirán. Pero el impacto será escaso a largo plazo: cuando la epidemia se controle de manera efectiva, comenzará la recuperación económica de China.